Asilah es un pueblecito de pescadores con un encanto
inigualable. Se encuentra entre Tanger y Rabat y destaca por sus influencias principalmente portuguesas. Nosotros fuimos desde Tanger, donde habíamos ido a pasar un fin de
semana largo de enero. El trayecto es corto y simple. En Tánger nos dirigimos a
la estación de trenes y cogimos un billete ida y vuelta a Asilah. No recordamos
el precio pero fue muy muy barato.
En 40 minutos nos plantamos ahí, y aunque
era un día lluvioso y gris, nos dimos cuenta de que es un pueblecito con mucho
encanto! Sólo advertiros que desde la estación de trenes tendréis que coger un
taxi para llegar al centro de la ciudad. Nosotros compartimos taxi con una
pareja que también viajó en el mismo tren que nosotros y en unos minutos nos
plantamos ahí.
Es un pueblo que se recorre con mucha calma, nosotros fuimos
a Marruecos en enero y no había muchos turistas así que pudimos disfrutarla con
toda tranquilidad!